7 consejos para mejorar la accesibilidad en edificios públicos
Silvia recibió una notificación de su Ayuntamiento y no pegó ojo en toda la noche. Tenía que resolver unas gestiones de forma presencial, y recordaba perfectamente las dificultades de accesibilidad en edificios públicos que había tenido que afrontar en otras ocasiones, debido a sus problemas de movilidad.
Silvia se pone nerviosa cada vez que tiene que ir a hacer trámites administrativos, ya que de acuerdo con la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y su Inclusión Social, desde el 4 de diciembre de 2017 todos los edificios deben ser accesibles para cualquier usuario, pero aún hay mucho trabajo por hacer.
Según datos oficiales, casi el 30% de los edificios de la Administración aún no es completamente accesible y siguen teniendo barreras para las personas con discapacidad.
La accesibilidad universal en edificios públicos no se limita solo a ayuntamientos, sino que incluye también centros educativos, centros de salud, oficinas de correos, bibliotecas, museos, cines, etc,
Adaptar los edificios públicos para garantizar su accesibilidad universal
¿Qué es lo que piden Silvia y otras personas con discapacidad o movilidad reducida?
Poder acceder a cualquier sitio o actividad sin restricciones de diversidad funcional y poder moverse sin limitaciones en sus instalaciones.
Afortunadamente, cada vez son más ciudades las que han eliminado ya las barreras arquitectónicas que dificultaban el acceso a los edificios públicos, aunque aún no son todas universalmente accesibles.
¿Cómo deben adaptarse los edificios públicos para cumplir con esa Ley?
Vamos a ponernos en la piel de Silvia para comprobar las dificultades que se puede encontrar en su camino y los requisitos que deben cumplir estos lugares para ser considerados un entorno accesible.
- El aparcamiento del edificio debe ser accesible, es decir, que disponga de plazas reservadas para vehículos de transporte de personas con movilidad reducida. Además, estas plazas deben tener unas dimensiones mínimas de 5 metros de longitud por 3,60 metros de ancho, y ubicarse lo más cerca posible de los accesos peatonales con reducción de bordillo o rampa.
- Los trayectos entre el interior del edificio con la vía pública o zonas exteriores deben ser accesibles, señalizados y libres de obstáculos ni impedimentos para el paso de las sillas de ruedas y con una acera mínima de 1,5 metros.
- Todo edificio público debe contar con un itinerario accesible y fácilmente visible a lugares de interés, como aseos y salidas de emergencia.
- Una vez ya hemos llegado a la entrada principal, debemos asegurarnos que sea libre de paso o tenga una rampa u otra solución salvaescaleras para acceder.
- El siguiente paso es comprobar que las puertas de entrada cumplan con las medidas de anchura y altura mínima para acceder con las sillas. En el caso de las puertas exteriores estas deben ser de 1,20 metros y una altura mínima de 2,20 metros, mientras que en el interior de los edificios deben tener una anchura mínima de 90 centímetros y un espacio libre de 1,50 metros de diámetro.
- Para asegurarnos la movilidad por todas las instalaciones, es recomendable que los pasillos de los edificios públicos tengan una anchura de 1,20 metros y sin obstáculos.
- ¿Qué pasa con los edificios que tienen distintas plantas o zonas a diferentes niveles? Según lo que marca la regulación, deberán disponer de un fácil acceso entre pisos, instalando ascensores accesibles, rampas o plataformas verticales o inclinadas, dependiendo del espacio con el que cuenten.
- En cuanto al mobiliario, hay que comprobar su diseño, altura y distancias para que puedan ser utilizados por personas que van en sillas de ruedas.
No podemos olvidarnos de las personas con discapacidades visuales que necesitan la compañía de perros guías u otras ayudas, por lo que los inmuebles deben contar con el espacio y los complementos necesarios para su acceso y garantizar su movilidad.
La digitalización es la alternativa más eficiente
Ya hemos visto todas las barreras que debe superar Silvia cada vez que tiene que ir a hacer un trámite administrativo. ¿No sería más fácil y eficiente poder hacerlo de forma telemática a través del móvil u ordenador?
“Hacer la vida más fácil para todos”, ese es el lema de Qvadis cuando lanzamos nuestro telefonillo inteligente.
De momento aún no podemos hacer esas gestiones burocráticas, pero sí que te ayudamos a hacer de tu vivienda un lugar más cómodo, seguro y accesible, permitiendo entrar y dar acceso a través del móvil, comunicarte con tu red de contactos y simular tu presencia, aunque no estés en casa.
Silvia poco puede hacer ante los problemas de accesibilidad en edificios públicos, más que quejarse y denunciarlo (como hacemos en esta entrada), pero sí que puede hacerlo en su hogar con dispositivos como Qvadis® One.
¿Qué es lo que necesitas para mejorar tu confort y seguridad? Coméntanoslo y te ofreceremos la solución a tu medida.