¿Cómo convertir una vivienda en un hogar para personas con discapacidad?
“¡Encontrar un hogar para personas con discapacidad y no morir en el intento!” Este podría ser un remake actual de una famosa película española, pero es una triste realidad de este país, y que afecta a 3,8 millones de personas.
Según los datos de la “Encuesta sobre discapacidades autonomía personal y situaciones de dependencia 2008”, que debe actualizarse a lo largo del 2021, en uno de cada cinco hogares españoles vive al menos una persona con algún tipo de discapacidad física, sensorial o psíquica, que equivale al 20% de los hogares españoles.
La mayoría de pisos de nueva construcción ya debería aplicar la normativa para que sean accesibles, pero ¿qué pasa con el resto de viviendas que no están adaptadas a las necesidades de este colectivo? Encontrar un piso en compra o alquiler que cumpla con todos los requisitos de accesibilidad es casi una odisea, tal y como relata Alicia Resino en este artículo de la revista Verne.
Accesible vs adaptable
¿Sabrías qué diferencia hay entre una vivienda accesible y una adaptable?
Normalmente estos conceptos se usan como sinónimos para definir las viviendas exentas de barreras en su entorno y que permiten que las personas mayores, con movilidad reducida o con alguna discapacidad física o sensorial puedan desarrollar sus rutinas habituales de manera autónoma, independiente y segura. A la práctica, la diferencia está en que una vivienda accesible se ha diseñado y construido teniendo en cuenta los criterios de accesibilidad universal, mientras que la adaptada o adaptable es en la que ha necesitado de reformas o cambios para mejorar su accesibilidad.
¿Qué se considera una vivienda accesible?
- Tengan accesos que faciliten el tránsito de las personas con problemas de movilidad, es decir, contar con rampas, ascensores o plataformas salvaescaleras
- Las puertas de entrada deben tener un ancho de 80 centímetros mínimo para garantizar que puedan tener acceso las personas en silla de ruedas, que sube a 90 cm en el caso de los pasillospara poder ser transitados de manera cómoda.
- Se aconseja que tengan instalados agarradores o asideros de pared en pasillos, habitaciones y baños, ya que ayuda a mantener el equilibrio y evitar caídas, y que las puertas sean siempre correderas por la comodidad a la hora de abrir y cerrar.
- El recibidor, el baño y la cocina deben proyectarse teniendo en cuenta a los usuarios con silla de ruedas, por lo que sus dimensiones deben contar con un círculo libre de, al menos, 120 cm de diámetro con el fin de garantizar las maniobras y giros.
- La legislación actual marca que los usuarios deben acceder frontalmente al lavabo y lateralmente a la ducha. El suelo ha de ser antideslizante, tanto en seco como en mojado y sin irregularidades, pedestales, desniveles u obstáculos para reducir el riesgo de accidentes y caídas. La altura recomendada de instalación es a 80 cm de altura del suelo, con un espacio libre de 65 cm para permitir el acceso en silla de ruedas. La ducha debe contar con barras de apoyo y sujeción, además de tener un asiento o banco de ducha en su interior.
- La cocina, la encimera y el fregadero no deben superar los 85 cm de altura. El fregadero y cocina deben tener una zona de giro enfrente y, dentro de lo posible, los armarios deben estar en la parte inferior de la encimera.
- Los enchufes de toda la casa tienen que estar a una altura que resulte cómoda para las personas discapacitadas.
- En viviendas accesibles para discapacitados con problemas de audición, pueden establecerse otras ayudas como, por ejemplo, que el timbre de entrada esté conectado al sistema de iluminación de la casa..
¿Cuál es la realidad? Solo un 0,6% de los 9,8 millones de edificios de viviendas españoles cumplen los criterios de Accesibilidad Universal para personas con movilidad reducida o discapacidad, tal y como se desprende del estudio de la accesibilidad de las viviendas en España elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios.
Precisamente hace unos meses dedicamos un post a reflexionar sobre los motivos por los que las viviendas deben cumplir con estos criterios de accesibilidad universal, y que puedes consultar en este enlace.
¿Cómo adaptar una vivienda para personas con discapacidad?
En primer lugar, hay que analizar las necesidades concretas de cada persona y adaptar la reforma a su caso. Lo que precisa una persona con movilidad limitada no es lo mismo que necesitará una con discapacidad visual.
Sin embargo, podemos aventurarnos a dar algunas soluciones generales para convertir tu vivienda en un hogar más accesible para personas con discapacidad, y que se suman a los criterios de accesibilidad universal.
- Diseñar la vivienda para facilitar la movilidad y maniobrabilidad, y cualquier persona pueda alcanzar fácilmente todos los elementos.
- Analizar la posibilidad de instalar sistemas que favorezcan la comunicación de personas con discapacidad auditiva, y adecuar la iluminación, tanto natural como artificial, a las actividades que se realizan en cada área de la casa.
- Tener en cuenta las necesidades específicas de mobiliario que requerirá cada usuario y que dependerán de sus discapacidades (sanitarios, electrodomésticos, muebles de cocina, camas, mesas, sillones, etc.)
- Asegurarse que todos los mecanismos de mando, control y accionamiento de la vivienda sean accesibles, así como los accesorios que permiten la funcionalidad de puertas, ventanas, persianas, sanitarios y griferías.
La domótica es un aliado para la accesibilidad
Poder abrir la puerta sin necesidad de desplazarte, dar acceso telemático a otros usuarios, trasladar el sonido del telefonillo al móvil… Estos son solo algunos de los beneficios que tiene la tecnología, y Qvadis One en concreto, para mejorar la accesibilidad. Este tipo de soluciones domóticas aportan comodidad, tranquilidad y seguridad, para los que viven ahí y para sus familiares, a la vez que le dan un plus de confianza y autonomía.
¿Qué pasaría si la persona que vive en la vivienda sufre una caída o accidente doméstico? ¿Cómo podemos acceder en su ayuda? Gracias a la opción de “Invitaciones”, podrán mandar una autorización a familiares, amigos o personal sanitario para que puedan abrir el portal de forma independiente a través de la aplicación de Qvadis.
Si te preocupa la seguridad de tu casa cuando estás ausente, el telefonillo puede actuar como un simulador de presencia, ya que podrás responder a las llamadas al interfono desde el móvil como si estuvieras en casa. ¡Nadie sabrá que no estás, de verdad!
No podemos darle la espalda a la innovación y que nos ayude a convertir una vivienda en un hogar para las personas con discapacidad.