Turismo inclusivo, Turismo incluyente, Turismo adaptado, Turismo para todos, Turismo sin barreras, Turismo de fácil acceso o Turismo universal. Muchos sinónimos y definiciones sobre un mismo concepto, así que dedicaremos este post a intentar arrojar algo de luz sobre qué es el turismo accesible, un término que ha evolucionado mucho durante los últimos años.
Tanto es así que hoy en día se ha convertido en un concepto global y transversal que beneficia a todos los viajeros, no solo a las personas con discapacidad, gracias a las adecuaciones que se han llevado a cabo en los entornos turísticos para hacerlos más accesibles.
Se trata de algo imprescindible para un 10% de la población, necesario para el 40% y cómodo para el 100% de las personas que habitan el planeta.
Poder disfrutar de un entorno turístico accesible será una gran experiencia también para personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, padres con hijos o personas que sufran momentáneamente una lesión.
No es de extrañar entonces que el turismo para todos sea una de las prioridades y reclamos principales de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Así lo demuestran las palabras de Taleb Rifai, Secretario General de la OMT.
“La accesibilidad es un elemento crucial de toda política de turismo responsable y sostenible. Es una cuestión de derechos humanos y es también una extraordinaria oportunidad de negocio. Por encima de todo, debemos darnos cuenta de que el turismo accesible no solo es bueno para las personas con discapacidad o con necesidades especiales, es bueno para todos.”
La Organización Mundial de la Salud cifra en 1.000 millones de personas que tienen algún tipo de discapacidad, a las que hay que sumar sus acompañantes. Evidentemente, el pastel del turismo accesible existe y es muy goloso.
Tanto es así, que la propia OMT, junto a la Red Europea para el Turismo Accesible (ENAT) y la Fundación ONCE para la cooperación e inclusión social de personas con discapacidad elaboraron un Manual sobre Turismo Accesible para Todos: Principios, herramientas y buenas prácticas.
En este compendio se incluyen las claves para comprender la cadena de accesibilidad en el turismo, la repercusión económica del Turismo Accesible y los pasos que hay que seguir para crear destinos turísticos accesibles.
Para empezar, al referirnos a discapacidad hay que tener claro que existen diferentes discapacidades físicas y que las necesidades varían según tengan movilidad reducida, sean ciegos o sordos.
Por ejemplo, uno de los grandes errores en cuanto a la movilidad universal es pensar que eliminando las barreras arquitectónicas y colocando rampas para las sillas de ruedas ya puedes poner la etiqueta de accesible. ¡Mal empezamos las vacaciones!
Podremos decir bien alto que un destino turístico es cien por cien incluyente cuando sea libre de barreras físicas, de comunicación y sociales.
Además, debe serlo en cualquiera de sus fases, desde la planificación e información hasta el transporte, instalaciones, atractivos turísticos, excursiones o restaurantes, para que cualquiera pueda disfrutarlo con igualdad de oportunidades.
En general, las personas con discapacidad y los mayores seleccionan el destino más por criterios de accesibilidad que por el precio.
La experiencia del viajero empieza a la hora de organizar sus vacaciones, poder informarse de las opciones que existen, que las páginas webs tengan información actualizada y concreta, y sean accesibles para personas sordas, ciegas o con visión reducida.
Una vez en el destino es importante que se ofrezcan todas las comodidades de transporte, movilidad y comunicación dentro de sus instalaciones (intérpretes de la lengua de señas o menús en sistema Braille), o que cuenten con alternativas, para que gocen de su tiempo de ocio como un turista más.
A todo esto, es imprescindible la capacitación del personal para atender y entender las necesidades de estos viajeros y sus acompañantes, empatizar con ellos y ofrecerles soluciones a los problemas con la mejor de sus sonrisas.
Con todo este combo, podremos asegurarnos de que la experiencia de turismo accesible sea lo más satisfactoria posible.
¿Tienes un negocio turístico, pero tienes dudas si vale la pena ponerlo al día y adaptarlo para todos los públicos?
Ya lo dice la Organización Mundial del Turismo, pero quizás te acabes de decidir teniendo en cuenta estas ventajas:
Imagino que ya has empezado a pedir presupuestos para intentar colgar el cartel de establecimiento de turismo incluyente lo antes posible.
Pongamos que has encontrado un destino turístico que cumple con todos los criterios de accesibilidad que hemos visto, y que te vas la semana que viene.
¿No te quedas más tranquilo si cuentas con algún dispositivo que te proteja de visitas no deseadas u ocupaciones?
Eso es lo que te permite el simulador de presencia de Qvadis® One, con el que aparentar que hay gente en casa durante tu ausencia y evitar robos.
Además, podrás vigilar y observar el estado de tu vivienda en cualquier momento a través de una cámara IP conectada al telefonillo y la opción de “Seguridad” de nuestra aplicación.
Ya sé que te habíamos dicho que no había una única definición de turismo accesible, pero hay una que creemos que se le acerca mucho.
El turismo accesible se define como aquel donde el entorno, los productos y los servicios turísticos pueden ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona, sin importar si tiene o no alguna discapacidad.
Seas cliente o negocio, ahora ya sabes un poco más qué es el turismo accesible.
¡Si necesitáis acompañante, ya sabéis dónde encontrarnos!