La combinación de tecnologías en los edificios inteligentes favorece a aumentar el confort, la seguridad y la eficiencia energética. Existen múltiples opciones dentro del ecosistema domótico, siendo una de las más frecuentes hoy en día la interoperabilidad entre cerraduras inteligentes y videoporteros. A pesar de las ventajas que aportan estas tecnologías, el desconocimiento sobre su funcionamiento puede provocar que los usuarios finales tengan cierto recelo a implementarlas por miedo a comprometer la seguridad de sus hogares o negocios.
Con el objetivo de impulsar el uso de los telefonillos y cerraduras inteligentes para reforzar la seguridad de los edificios, Qvadis e i-cerrajeros Madrid explican cómo funcionan estas tecnologías, cuáles son las características que deben tener las cerraduras y dónde pueden implementarse.
Existen todavía muchas cerraduras tradicionales que no permiten abrir la puerta cuando hay una llave puesta en el otro lado, pudiendo ser contraproducente, sobre todo, cuando ocurre una emergencia, por ejemplo, cuando se requiere acceder a un domicilio para atender a una persona mayor. Lo ideal es disponer de una cerradura de doble embrague, que permite girar libremente una llave por dentro o por fuera de la puerta, mientras hay otra introducida por el otro lado.
Otra opción sería aprovechar las ventajas que aporta la tecnología e instalar una cerradura inteligente Nuki y un Qvadis® One para poder gestionar los accesos de la vivienda o negocio de manera remota y segura. A través de la tecnología Bluetooth, el telefonillo inteligente Qvadis® One establece una comunicación encriptada punto a punto con la cerradura electrónica, lo que dificulta las posibilidades de un posible hackeo de la señal.
Utilizando este kit, los usuarios pueden enviar la orden de abrir la puerta desde la aplicación móvil Qvadis al Qvadis® One, utilizando una conexión wifi o una red móvil 4G. La seguridad de estas comunicaciones está garantizada gracias a una doble protección. Por un lado, las comunicaciones entre la aplicación y el telefonillo inteligente están encriptadas; por otro lado, los smartphones disponen de sus propias medidas de seguridad, gracias a las opciones de desbloqueo mediante código PIN, patrón, huella dactilar o reconocimiento facial.
Respecto a la seguridad física, ésta no se verá afectada por la digitalización de la cerradura, ya que la cerradura electrónica sólo moverá la llave insertada por dentro de la cerradura de la puerta. En este caso, la seguridad dependerá del tipo de acceso, puerta, marco, etc.
Cualquier vivienda o negocio tiene la posibilidad de poder utilizar una cerradura inteligente como Nuki Smart Lock o Tedee. Para ello, la puerta debe de disponer de un cilindro de doble embrague, donde irá colocada la cerradura electrónica. Cuando Qvadis® One recibe la orden de abrir la puerta, la llave insertada en el cilindro será girada por un motor con pilas o corriente eléctrica.
Al ser una cerradura de doble embrague, siempre se garantiza la posibilidad de abrir la puerta con la llave tradicional en caso de que las pilas de la cerradura se hayan agotado, falle la red wifi/cobertura móvil o no se tenga el smartphone encima.
i-cerrajeros Madrid aconseja a los clientes finales que se aseguren de que sus cilindros cumplen con unos niveles mínimos de seguridad: medidas antibumping, anticopiado de llaves, con refuerzo para no partirlo fácilmente, etc.
Casi todos los cilindros modernos de marcas reconocidas ya incluyen estas medidas y se indica el nivel de seguridad que disponen. Asimismo, Qvadis recomienda consultar a un cerrajero de confianza, como i-cerrajeros Madrid, en caso de duda, para que un profesional certificado instale la cerradura, garantizando la seguridad y una buena instalación de los componentes.