La domótica ha dejado de ser un gadget que se instalaban unos pocos afortunados, para ser cada vez más un elemento imprescindible en muchos hogares. Tanto es así que se estima que el mercado de las instalaciones domóticas en España crecerá un 300% hasta 2024.
Para que lo entiendas mejor, si se cumplen las previsiones del informe “Data Corporation’s Worldwide Quarterly Smart Home Device Tracker” de IDC, el 20% de los hogares españoles tendrá al menos un dispositivo conectado.
Este porcentaje asciende hasta el 60% en los inmuebles de nueva construcción que ya llevarán integrados las soluciones domóticas.
¿A qué se debe ese éxito de la domótica? Muy fácil, la gente ve la tecnología como una aliada para hacer su día a día en el hogar más cómodo, seguro y eficiente a la hora de acceder, controlar la energía, la iluminación y la temperatura o programar digitalmente los aparatos electrónicos.
No hace muchos años veíamos en las películas de ciencia ficción cómo se controlaban digitalmente las casas desde un móvil, y hoy ya es una realidad.
¿Eres de los que ya se han domotizado o tienes dudas? Sigue leyendo este post e intentaremos ayudarte a dar el paso para digitalizar tu vivienda.
¿Te has preguntado alguna vez cómo funciona una instalación domótica?
Como usuarios queremos poder subir o bajar las persianas cuando queramos, poner en marcha la calefacción, aunque no estemos en casa o controlar la temperatura de la nevera en todo momento.
Para poder realizar estas acciones necesitamos diferentes medios de transmisión de información e incorporar una inteligencia o capacidad de comunicación para controlar a los dispositivos.
Estos aparatos envían y reciben señales, a través de una red de comunicaciones (bus), a la unidad central encargada de gestionar los intercambios de información.
Los sensores captan la información sensible y la unidad central (también conocida como “Actuador”), decidirá qué acciones realizar en relación con las órdenes recibidas.
Si tenemos en cuenta la forma de transmitir las señales podemos hablar de 3 tipos de sistemas domóticos: cableados, inalámbricos o mediante un sistema mixto.
Veamos en qué consisten cada uno de ellos.
Se caracterizan por su eficiencia y gran estabilidad debido a la rapidez con la que se transmiten las señales, así como a la ausencia de obstáculos. Pueden ser de uso exclusivo (funcionan única y exclusivamente para un sistema mediante el uso de cables dedicados (BUS) que se encargan de transportar la información con una calidad excelente), o compartido o powerline (utiliza el cable de alimentación de otros equipos para realizar el envío de la señal de control). Este último es un sistema más económico, pero menos fiable y más inestable a la hora de transmitir la señal.
No necesitan cables para transmitir la señal; la información se transmite entre emisores y receptores mediante ondas de radiofrecuencia que interpretan las diferentes órdenes.
Su gran ventaja es que se puede incorporar en cualquier tipo de proyecto, ya sea una nueva construcción o una obra ya realizada, y tanto su instalación como su mantenimiento son tareas más sencillas que en el caso de los sistemas cableados.
Es la solución más adecuada para sistemas domóticos grandes que manejan una cantidad elevada de datos y funciones, y combinan lo mejor de las instalaciones con cables y las inalámbricas para poder responder a las necesidades particulares del usuario final.
La gran aportación de la domótica en las viviendas es mejorar tu calidad de vida en el hogar.
Leído así te puede sonar muy genérico, concretemos un poco más en qué aspectos te puede beneficiar:
✓ Eficiencia energética: ayuda a reducir la factura mediante un uso más racional de la energía
✓ Medio ambiente: Consumir hasta un 40% menos de energía equivale a un hogar más respetuoso con el medioambiente.
✓ Fomento a la accesibilidad para las personas con discapacidad: a través de los dispositivos electrónicos podrás controlar los elementos del hogar más necesarios de forma segura e independiente.
✓ Aumentar la seguridad de tu hogar: monitoriza y vigila telemáticamente tu hogar, los que viven ahí y previene de posibles incidencias, intrusiones y averías.
✓ Sensación de confort y control: instalando sistemas domóticos podrás abrir, cerrar, apagar, encender, regular… los electrodomésticos, la climatización, ventilación, iluminación natural y artificial, persianas, toldos, puertas, cortinas, riego, suministro de agua, gas, electricidad…
✓ All connected: permite la recepción de avisos de anomalías e información del funcionamiento de equipos e instalaciones en todo momento en nuestros dispositivos.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es cuáles son tus necesidades y qué quieres conseguir. De este modo podrás optar por las soluciones más adecuadas, prácticas y eficientes en función de esas necesidades, rutinas y las características de tu vivienda.
Olvídate de pesadas obras ni tener que cablear toda la casa, puedes domotizar cualquier aspecto de tu hogar de forma sencilla y rápida a través de una red inalámbrica Wifi o Bluetooth, y solo necesitas un móvil, tablet u ordenador para controlarlo.
¿Qué puedes controlar a través de las instalaciones domóticas? Desde ascensores, persianas, sistemas de climatización, iluminación, riego, acceso o sensores de presencia, incendios y fugas.
Como acabas de leer solo necesitas una red inalámbrica y un dispositivo para poder empezar a domotizar tu vivienda.
¿Te gustaría poder acceder al portal sin necesidad de llaves? ¿Abrir al repartidor a distancia sin tener que esperar toda la tarde en casa? ¿Monitorizar el estado de tu hogar a través de una cámara y tu móvil? ¿Comunicarte con el resto de la familia sin gastar tus datos? ¿Consultar la predicción del tiempo?
Todo esto y algunas cosas más podrás hacer con el telefonillo inteligente Qvadis® One.
Abre las puertas de tu hogar a la innovación y consúltanos para saber qué tipo de instalaciones domóticas se adaptan mejor a tus necesidades.