La limpieza y el orden son dos de los primeros aspectos en los que nos centramos cuando hablamos de gestión del hogar y su salubridad. Sin embargo, existen otros puntos de igual importancia a los que conviene prestar atención para disfrutar de una atmósfera de calidad dentro del hogar. Es el caso de la temperatura y el nivel de climatización de una vivienda.
Este concepto influye directamente en la proporción de un ambiente cómodo y en el cuidado de la salud de los habitantes que componen un hogar. A día de hoy son pocos los que no tienen en casa un humidificador, purificador o termostato inteligente desde los que pueda tener un control total de la temperatura de su hogar.
¿De dónde sacamos esta idea? ¿Por qué es importante controlar la temperatura de un hogar?
Lo creas o no, es información muy valiosa y de la que todo individuo debe ser consciente.
La humedad ambiental se trata de la presencia de vapor de agua en el aire. Este es uno de los principales factores que se miden para determinar la calidad del ambiente interior en una vivienda y, de esta manera, lograr la temperatura y humedad ideal en el hogar.
Aunque es cierto que la temperatura es subjetiva para cada persona, existen una serie de parámetros básicos que debe seguir cada persona para contar con la temperatura ideal en su vivienda. Obviamente esta situación viene condicionada por varios factores, como la estación en la que estamos, el tamaño de la vivienda, el lugar en el que te encuentres, etc.
Es importante dejar claro que en los diferentes espacios que existen en una vivienda se vive de manera y tiempos diferentes en un día cualquiera. Es decir, la temperatura de una habitación o del baño no tiene por qué estar a la par con la temperatura que haya en la cocina.
Las habitaciones y el salón suelen ser los lugares donde más tiempo pasamos dentro de nuestro hogar. Por ello se presupone que, al ser los lugares donde más tiempo pasamos, normalmente sentados y con ropa de casa, debe ser el lugar con la temperatura más controlada. En caso de tratarse de invierno, debe disponer de una temperatura más elevada, y en caso de verano, más baja.
Mantener un control del ambiente del hogar garantiza un nivel de confort y comodidad para todas las personas que lo habitan. Todos sabemos lo incómodo que es el calor o el frío, muchas veces factores que nos impiden incluso hacer nuestras tareas diarias de manera óptima.
Cada habitación de un hogar está sujeta a determinadas necesidades, por lo que mantener un buen nivel de climatización de manera personalizada va a aportar, sin duda, una gran cantidad de beneficios a las personas en términos de confort.
Los golpes de calor, la hipotermia o incluso un simple resfriado, son enfermedades que están directamente relacionadas y son causadas por el nivel de temperatura de un lugar. Además, las altas y las bajas temperaturas en las habitaciones de un hogar pueden causar diferentes trastornos, muchos de ellos relacionados con el sueño.
Una correcta regulación de los sistemas de climatización dentro de las habitaciones de un hogar produce, en términos de consumo, un gran ahorro energético. Y con ello una reducción de las facturas del gas o la luz.
Como ya hemos visto en líneas anteriores, es más conveniente ajustar una temperatura diferente para cada espacio dentro de un hogar. A continuación, presentamos una serie de consejos basados en profesionales dedicados a los sistemas de climatización respecto a la temperatura que debe tener cada habitación de una vivienda.
Antes que nada, debemos tener en cuenta que el dormitorio suele necesitar menos calor y estar menos controlado durante el día, pues lo normal es que no estemos ahí dentro en las horas diurnas. Una buena costumbre es dejar la puerta cerrada en estas situaciones, para así evitar dispersiones de calor o frío hacia el exterior y viceversa.
Entonces por la noche, ¿cuál es la temperatura adecuada?
Los expertos recomiendan una temperatura del dormitorio comprendida entre los 16 y los 19 grados. Con estas cifras, el cuerpo debería ser capaz de mantener su temperatura en torno a 36 grados sin miedo a enfriarse ni sudar.
Es muy recomendable ventilar bien la habitación antes de dormir, para garantizar un nivel adecuado de humedad del aire, que debería estar siempre en torno al 40-50 %.
En el caso del baño, la temperatura ideal sería un poco superior a la del resto de la casa. Al tratarse del lugar donde nos duchamos, la temperatura óptima debería ser de unos 22-23 °. Además, en el baño existe una elevada cantidad de humedad, por lo que nunca debemos olvidarnos de ventilar bien siempre, para evitar la formación de moho.
Por norma general, la sala de estar suele ser la habitación más habitada de la casa y, por tanto, la que probablemente necesita un nivel de climatización más controlado. Es por ello por lo que la temperatura ideal del salón debe rondar los 19-21 °.
De hecho, controlar esta temperatura contribuye a percibir un calor agradable y sentirse a gusto.
Por el contrario, en la cocina la necesidad de calor es inferior a la del resto de espacios domésticos. Al tratarse del lugar donde realizamos nuestras comidas, aprovechamos diferentes maquinarias que emiten unos niveles de calor de forma autónoma, lo que aumenta la temperatura de la habitación (hornos, fogones, vitrocerámicas, etc).
En consecuencia, en este espacio se recomienda ajustar una temperatura comprendida entre 18-20 °.
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