Imagina que llevas todo el año esperando, y ahorrando, para las vacaciones soñadas y se convierten en una pesadilla. La logística en el desplazamiento fue un desastre, las prometidas actividades y excursiones inclusivas brillaban por su ausencia. Además, no tenían plazas de aparcamiento para discapacitados y la piscina no estaba preparada para sus necesidades especiales. Vendían una experiencia global de turismo accesible y parece más bien lo contrario.
¿Te suena esta situación? Afortunadamente cada vez son más los destinos turísticos que se están adaptando a este segmento de viajeros para que puedan disfrutar de un merecido descanso como el resto de clientes.
En un post anterior tratamos de acercarte la definición de lo que es el turismo accesible y en esta ocasión nos gustaría mostrarte algunos ejemplos de falta de accesibilidad que puedes encontrar en tus escapadas.
A estos problemas se les llama barreras y hay tantas, y tan altas, que a veces nos llevan a descartar la idea de viajar.
Aparte de las dificultades físicas y arquitectónicas que podemos encontrar en el destino elegido para las vacaciones hay que sumar las llamadas “barreras sociales”.
Tal y como describe el sociólogo Jaume Burdils en este artículo, “el ocio es una actividad que facilita la socialización”, un aspecto que considera clave para las personas con diversidad funcional.
La ausencia de actividades y alternativas de ocio realmente accesibles durante sus vacaciones ayuda a levantar una barrera social y aumentar sensación de frustración y soledad.
El problema es que hay pocas empresas y alojamientos que ofrezcan actividades accesibles que puedan realizar conjuntamente tanto las personas con discapacidad como las que no.
¿De qué se quejan los viajeros con discapacidad?
Principalmente de problemas derivados con las barreras físicas, es decir, relacionados con la movilidad en el destino y la accesibilidad y comodidad de los alojamientos.
Otra de las categorías que suscitan más descontentos las encontramos en el tema de la fiabilidad de la información sobre accesibilidad y problemas con el transporte adaptado. A continuación, vendrían las malas experiencias en restaurantes, actividades culturales o en excursiones programadas.
En este sentido, hay que tener claro que los viajeros con discapacidad tienen una serie de necesidades especiales en materia de información, señalización, accesibilidad en el transporte y de infraestructuras en el alojamiento.
Pongamos que tus ganas de viajar pueden más que las barreras y decides contratar unas vacaciones. La información de la página web de esa empresa o del hotel parece que cumple con tus necesidades, pero una serie de dudas te asaltan antes de darle a pagar.
✅ ¿Podré leer bien los rótulos informativos de los vuelos si tengo discapacidad visual?
✅ ¿Podré escuchar los avisos a los viajeros si tengo problemas de audición?
✅ ¿Dispondrá el hotel de servicio de traslado adaptado?
✅ Contará el alojamiento con personal especializado y sensible con las personas con discapacidad?
✅ Será verdad lo de la inclusividad? Muchas veces ocurre que al llegar al destino se descubre que hay no hay rampas para desplazarse con la silla y que para llegar al mostrador necesitas un elevador. Por no hablar de los accesos, los baños o las camas.
✅ Voy a un destino con playa, ¿cómo será el acceso? ¿tendrán silla anfibia o utilizan otros sistemas?
Para evitar estas sorpresas desagradables al llegar a tu destino te recomendamos echarle un vistazo al estudio “El mercado potencial del turismo accesible para el sector turístico español”, elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En él encontrarás unas guías de actuación que deben cumplir los alojamientos y destinos turísticos para ser considerados accesibles de facto.
Si buscas unas verdaderas vacaciones accesibles existen agencias de viajes especializadas que te informarán de las distintas opciones disponibles y pueden organizar itinerarios a medida de cada uno.
¿Quién no navega por Internet para conocer las opiniones de otros viajeros antes de elegir destino, alojamientos o restaurantes?
Los viajeros con movilidad reducida también disponen de foros turísticos a través de la aplicación 00Limits con los que asegurarse de la accesibilidad de los hoteles, restaurantes o playas o piscinas gracias al testimonio de otras personas.
Hablando de apps y productos no podemos olvidarnos del telefonillo inteligente de Qvadis® One con el que podrás acceder a la habitación del hotel o al apartamento turístico sin llaves ni tarjeta. Asimismo, permite dar acceso a otros huéspedes autorizados con el móvil o comunicarte con los propietarios o la recepción.
No te preocupes si te llega un paquete a casa durante tus vacaciones, podrás responder la llamada al telefonillo con el móvil, abrirle e indicarle dónde dejarlo.
Además, podrás utilizarlo como simulador de presencia y evitar visitas inesperadas mientras no estás en casa.
Olvídate de todo durante unos días y disfruta de tu escapada de turismo accesible.