¿Cómo poner un segundo timbre?
“Me gustaría saber como poner un segundo timbre y que se oiga el telefonillo desde otra habitación de la casa”. Esta es una de las consultas que más se hacen en Internet, es decir, en Google, sobre el tema de los interfonos.
¿Tú también has buscado alguna vez cómo conseguir que el timbre del portero automático se escuche donde sea necesario, sin necesidad de obras, tirar cable ni grandes inversiones?
Es una consulta enfocada principalmente para aquellos hogares en los que viven personas mayores que ponen música, la radio o la tele muy alta, o que usan cascos porque no oyen demasiado bien, y al sonar el timbre del telefonillo ni se enteran.
Por otro lado, el impacto de la pandemia, el confinamiento y el teletrabajo ha hecho que sea una solución para cada vez más personas y hogares, además de poder atender cómodamente la llamada del portero automático desde cualquier habitación de la casa (comedor, terraza, dormitorios…).
¿Cómo lo hacemos en estos casos?
El objetivo es extender el timbre de una estancia a otra sin necesidad de cables, y se puede hacer de dos maneras:
- Con un emisor dentro del telefonillo, normalmente colocado en la entrada o en la cocina; y un receptor-timbre auxiliar, formado de un prolongador de llamada (HEB 004) y un timbre inalámbrico (HEB 001), que colocaremos en el lugar donde más nos convenga de la casa.
De este modo, al pulsar el telefonillo sonarán los dos timbres. Si, aun así, no lo oímos, entonces te recomendamos pedir cita de forma urgente al otorrino cuando acabes de leer este post.
- ¿Qué te parecería poder derivar la llamada del timbre al móvil gracias a la tecnología del telefonillo inteligente Qvadis® One? Con esta opción puedes responder a la llamada y dar acceso al portal desde cualquier estancia o incluso si estás fuera de casa. Más cómodo, imposible.
Otra opción que no podemos descartar es que el problema venga de que el portero automático no suene, como te hablamos en otra entrada anterior del blog.
1831, lanzamiento del primer timbre eléctrico
Ahora ya estamos muy acostumbrados a llamar al timbre cuando llegamos a una vivienda o un negocio para avisar de nuestra presencia, pero ¿sabías que Joseph Henry fue el creador del primer dispositivo eléctrico allá por 1831?
Antes de esa fecha y de la llegada de la señal auditiva, la forma más simple y rápida de avisar de nuestra llegada era golpear la puerta con el puño o con las llaves. Incluso algunas viviendas contaban con una persona encargada de avisar de la llegada de las visitas, y otros portones contaban con piezas semifijas de madera o de metal especialmente diseñadas para producir un sonido que llamara la atención.
Joseph Henry detectó la necesidad de modernizar esa forma de aviso. Al principio, la gente se quejaba del molesto sonido que producía el timbre y que, además, en ocasiones se quedaba trabado por tiempo indefinido sin dejar de sonar.
El boom de los timbres eléctricos llegó en la década de 1930, con sonidos ya menos estridentes, y se convirtieron en uno de los regalos favoritos en esas Navidades con diferentes modelos.
Fue tal su éxito que los médicos de la época atendieron multitud de crisis nerviosas derivadas de la contaminación acústica producida por los timbres, y que bautizaron como “door-bell-nerves” (nervios del timbre de la puerta).
Los timbres del siglo XXI
Hagamos otro salto en el tiempo, esta vez hacia adelante para volver al siglo XXI, y la necesidad de poder oír la llamada del timbre estemos donde estemos en nuestra casa u oficina.
Ya hemos visto las opciones tradicionales, como poner un segundo timbre, pero también las hay que aprovechan los avances tecnológicos e inteligentes.
Así encontramos los timbres inteligentes, dispositivos conectados que nos avisan al móvil cuando alguien toca el timbre, permitiéndonos contestar estemos donde estemos. Algunos de estos modelos incluyen cámaras con las que puedes ver quién llama y qué está haciendo. Como si fuera la mirilla de toda la vida.
Qvadis® One, mucho más que responder al telefonillo
Ya intuyo que llevas unos cuantos párrafos dándole vueltas a la opción de derivar las llamadas del telefonillo al móvil.
Olvídate de consultar “cómo poner un segundo timbre” en Google y pásate a la comodidad, seguridad y accesibilidad que ofrece Qvadis® One.
Con este dispositivo inteligente podrás dar acceso a quién quieras sin tener que estar esperando en casa. No tendrás que esperar toda la tarde esperando ese paquete de Amazon o de Correos, le abres el portal desde donde estés y que lo deje en la puerta de casa o al conserje.
Además, podrás conectar una cámara IP para vigilar tu vivienda o tu negocio, o simular tu presencia en el hogar, aunque estés de vacaciones.
¿Quieres hablar con alguien de tu familia sin gastar tu tarifa? No hay problema, llamas desde el Qvadis® a cualquiera de los usuarios que estén autorizados, y ellos podrán llamar al dispositivo desde la app instalada en su móvil. Funciona como cualquier otra llamada de voz IP, como ocurre en WhatsApp o Skype.
Ahora ya tienes toda la información que buscabas sobre cómo poner un segundo timbre, y mucho más para poder adaptar tu telefonillo al siglo XXI.